¿Por qué te sientes tan cansado?
Quizá no es porque haces demasiado.
Tal vez estás agotado por dedicarte a lo que no importa tanto.
Vives con la agenda llena, listas de pendientes interminables, correos urgentes que no llevan a nada.
Y sin darte cuenta, confundes estar ocupado con estar avanzando.
Movimiento no siempre es dirección
Hay días en los que terminas exhausto, pero con la sensación de no haber logrado nada importante.
Es como pedalear con fuerza en una bicicleta fija:
te esfuerzas, sudas, te agitas… pero no llegas a ningún lado.
Eso desgasta. No solo el cuerpo, también el alma.
La trampa de hacer por hacer
Nos enseñaron que hacer más es mejor. Pero pocas veces nos detenemos a preguntarnos:
¿Estoy haciendo lo correcto? ¿O solo estoy haciendo más de lo mismo?
El cansancio no siempre viene del esfuerzo.
Muchas veces viene de no tener claridad ni propósito.
Enfocarte cambia todo
La clave no está en exigirte más, ni en llenarte de herramientas o metas.
Está en detectar qué está frenando tu verdadero avance.
Solo uno. Un obstáculo. Un cuello de botella.
Y trabajar en eso.
Cuando te enfocas en lo esencial, todo empieza a fluir mejor.
Menos ruido. Más propósito.
No se trata de hacer por hacer.
Se trata de hacer con sentido.
🌱 Menos tareas sin alma. Más acciones con intención.
🌱 Menos presión inútil. Más enfoque real.
Tal vez no necesitas pedalear más fuerte.
Solo necesitas bajarte de la bicicleta fija…
y empezar a caminar con dirección.